Aprovechando el tiempo libre que les dejan sus apretadas agendas, Iker Casillas y Sara Carbonero adelantaron la celebración del cumpleaños del jugador, que soplará hoy una treintena de velas, y se fueron a comer juntos. Aunque discretos, la prensa esperaba en la puerta del local para felicitar al futbolista, al que no le hizo gracia la presencia de las cámaras.
Todavía sin llegar a acostumbrarse al revuelo mediático que suponen las salidas con su chica, Iker Casillas se mostró serio y malhumorado ante los medios. Sobre todo, cuando la pareja tuvo que despedirse con un beso, captado por los fotógrafos. Sara Carbonero, algo más habituada a las fotos, se mostró más relajada y natural, abandonando el local en su coche y poniendo rumbo a su casa, donde horas después se reencontraría con su novio.
Como es habitual en ellos, la periodista, que llevaba un vestido de falda de flores, cuerpo gris y botas, y el portero, se mostraron cariñosos a pesar de los flashes de los fotógrafos. Una actitud que ya tuvieron durante su visita al Madrid Open hace unos días, donde no parecía importarles la presencia de los medios para dedicarse tiernas caricias y besos.
Tras la comida de celebración, Iker Casillas y Sara Carbonero tuvieron que despedirse para continuar con sus quehaceres. Él, prepara ya el último partido de Liga con el Real Madrid, mientras que ella continúa al frente de la sección de Deportes de Telecinco, además de sus múltiples contratos publicitarios que le reportan altos ingresos a finales de año.